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Espacios para eventos: la falta de profesionalidad

Como profesional de los eventos y el protocolo no puedo evitar, cuando acudo a un evento social o profesional al que me invitan, fijarme en el servicio que se está ofreciendo. El 2018 estuve en Castellón en las bodas de plata de un familiar, y en el espacio seleccionado, del cual no daré el nombre (aunque creerme, me apetece darlo), tuve una experiencia que es muy, pero que muy, mejorable.

No voy a ponerme a describir todo, porque sería un artículo soporífero, pero si que voy a enumerar todos los fallos que se cometieron desde mi punto de vista:

– Ausencia de metre en la sala para supervisar todo el evento.

– Carta incompleta. Los platos que se acordaron no fueron los que se sirvieron y en muchos de ellos faltan ingredientes. El postre llevaba profiteroles según la carta y yo sigo esperando a que me los saquen.

– Chaqueta manchada de aceite de un invitado, y lluvia de sorbetes sobre otros invitados. Por parte de la organización no se pidieron disculpas ni se ofreció el pago de la tintorería. Me gustaría saber si la dirección del espacio se enteró de esto.

– Camareros inexpertos. No pasa nada, todos hemos aprendido, siempre que se tenga en cuenta por parte de la organización y se refuerce el servicio para que al cliente no le afecte.

– Medios no revisados. Se pidió proyectar un vídeo y la organización no comprobó los medios. El vídeo se apagó en medio de la proyección por un fallo del ordenador.

– Excesiva tardanza en sacar platos. No se puede permitir que se tarde dos horas en sacar cinco entrantes fríos. El ritmo en lo que respecta a la gastronomía en un evento es un factor clave, y en este caso, no se cuidó lo más mínimo.

– Cantidades insuficientes. Debemos de ser conscientes de la cantidad de comida sacamos a la mesa y el número de comensales que hay. El elemento gastronomía es uno de los más importantes en un evento y no podemos permitir descuidarlo ni por ritmo, que decíamos anteriormente, ni por cantidad.

– Confundir el concepto barra libre con mesa libre. Si le decimos al cliente que tendrán unas horas de barra libre, no podemos simplemente poner una mesa sin servicio de camarero con botellas, refrescos y vasos. No es higiénico y da una imagen pésima.

En definitiva, como profesional de los eventos, estuve de sobresalto en sobresalto por el despropósito que se estaba cometiendo continuamente. El servicio al cliente en estos actos ha de ser cuidado detalle a detalle. Cuando unas personas confían en un espacio para celebrar su acto social, quieren que ese día pase a su memoria como sinónimo de felicidad, y no como algo que un mal servicio a arruinado. ¿Te ha ocurrido esto en algún acto? ¿Qué medidas se podrían tomar para corregir estos y otros aspectos?

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