Hace unos meses en otro de mis posts hablaba del Círculo de la Comunicación. Para los que no hayáis leído el mismo, se trata de una concepción de la comunicación en la empresa a través de la cual no solo trabajamos la comunicación corporativa en las organizaciones, sino además la comunicación personal. Conceptos como la inteligencia emocional, la empatía o asertividad deben de ser tratados en nuestro personal con fin de conseguir una comunicación optima desde la empresa a sus diferentes públicos.
Hace unos meses en otro de mis posts hablaba del Círculo de la Comunicación. Para los que no hayáis leído el mismo, se trata de una concepción de la comunicación organizacional a través de la cual no solo trabajamos la comunicación corporativa en las organizaciones, sino además la comunicación personal. Conceptos como la inteligencia emocional, la empatía o asertividad deben de ser tratados en nuestro personal con fin de conseguir una comunicación optima desde la empresa a sus diferentes públicos.
Hoy mismo he tenido un ejemplo de cuán importante es trabajar este aspecto en las organizaciones: he ido al banco a solucionar unos asuntos pendientes y el horario de la ventanilla es hasta las 11 horas de la mañana. Otra clienta y yo hemos llegado a las 11:03, y al acercarnos a la ventanilla la “amable” (espero que se note el tono irónico) señora que estaba atendiendo a otro cliente, nos ha dicho que ya no podía hacerlo, que nos fuéramos. Su mirada tajante, su semblante seco y su tono de voz borde nos han dejado a ambos estupefactos. Evidentemente esta señora está en su derecho de cerrar la ventanilla y decirnos que no, porque ya era más de la hora, pero hay formas y formas de decir las cosas. Y ni que decir tiene que podía haber tenido un gesto amable y habernos atendido ya que éramos los dos únicos clientes en la cola.
He de decir que he ido a esa sucursal bancaría en varias ocasiones y esta señora siempre es igual en su manera de atenderte. No es un momento puntual, sino lo que parece la tónica general.
Una empresa puede gastar mucho dinero en comunicar a sus públicos o tener el mejor producto o servicio, pero si a la hora de atender a sus clientes encontramos con personas tan desagradables todo esto no sirve de nada. La atención al cliente siempre ha de ser buena. Yo mismo he trabajado y sigo trabajando de cara al público, y aun teniendo un día malo siempre he sido correcto y tratado de mostrar mi mejor sonrisa. Al fin y al cabo, soy el representante de la empresa o marca para la que trabajo y eso es una gran responsabilidad. Y aunque resulte obvio, ¿a alguien le gusta que le atiendan mal cuando va a comprar un producto o servicio?
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